lunes, 22 de agosto de 2011

“Nos habían hecho creer que por algún defecto genético éramos incapaces de manejar nuestra economía”


“Nos habían hecho creer que por algún defecto genético éramos incapaces de manejar nuestra economía” Deudocracia

Frases como esta nos hacen acordar a la Argentina de los noventa cuando los organismos multilaterales de crédito, mediante el Consenso de Washington nos daban la receta para garantizar el “desarrollo” de nuestro país y de toda America latina. Bien sabemos como nos fue con este consenso (ajustes, desempleos, privatizaciones, deuda externa, flexibilización laboral, huida en helicóptero de un presidente, entre otras medidas)
Sin embargo estos dichos no salen de ningún latinoamericano, sino de un griego, que así como en Argentina nos enseñan aun en las escuelas que todo lo de afuera es mejor, en Grecia (que hoy vive uno de los ajustes estructurales más salvajes) sucede casi lo mismo. Parece ser que no solo a nosotros nos han “asonsado” a decir de Jauretche, con estas estupideces sino que tiende a ser mundial.

Incluso aquí todavía tenemos dirigentes que piensan que al pueblo se lo “compra” con pan y circo, sino no se explica como Hugo Biolcatti, Presidente de la Sociedad Rural, haya dicho que "la gente mira Tinelli y si puede pagar el plasma, no le importa nada más". ¿Querrá decir que el pueblo no se ha enterado de los cinco millones de puesto de trabajo recuperados durante los últimos 8 años? ¿Qué haber recuperado los aportes previsionales de los trabajadores haya permitido otorgar la jubilación a amas de casa que nunca tuvieron la oportunidad de aportar y a su vez aumentar todos los años dos veces al año el mínimo de los jubilados? ¿Qué lograr la asignación universal por hijo ha aumentado la matricula escolar en un 25 por ciento? ¿Qué la recuperación de los convenios colectivos de trabajo hayan permitido que los trabajadores puedan negociar nuevamente con la patronal por sus mejoras salariales?

Esta frase que demuestra el odio hacia lo nacional, nos pone en alerta que la oposición al gobierno nacional, lejos está de mantener la “institucionalidad”, si de ellos dependiera intentarían deshacerse de todas estas medidas que han logrado entre otras cosas un avance en la calidad de vida de los argentinos.

Sabemos que falta, pero de la mano de Biolcatti, Sanz, Alfonsín o Binner, no están las medidas que tiendan a lograr una patria justa, libre y soberana.
La única defensa hacia estos dirigentes aliados a la corporatocracia mundial responsable de la crisis es la recuperación de la soberanía nacional. Punto de apoyo para la independencia cultural y económica de toda America Latina.

"Por una Suramérica democráticamente unida, independiente cultural y económicamente y solidaria entre pueblos y países"

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